Cómo hacerle frente a mi gerente o, mejor dicho, si debo hacerle frente a mi gerente

Solo un poco de historia:

Trabajo a tiempo parcial en Lidl. Trabajo aquí porque necesito mantenerme en la universidad y recaudar dinero para mi postgrado, que comenzaré en unos 3 meses.

Trabajo en una de las peores tiendas de Lidl en el Reino Unido y recientemente el rol de gerente de tienda ha sido ocupado por el hombre más incompetente del planeta.

Algunas cosas que hizo hasta ahora:

  1. No puede recordar nuestros nombres. Él siempre está mezclando mi nombre con otro chico. Este tipo es alto, gafas con cabello rubio. Soy bajo sin gafas y cabello oscuro, así que no hay excusa para que lo haga.
  2. Él nunca escucha lo que nosotros, los empleados, tenemos que decir y si le pedimos un día libre, no lo acepta porque se olvida. Una vez me dijo que espera que le avisemos con 3 semanas de antelación y que anotemos los días que necesitamos en su diario. He puesto los días que quería en su diario meses antes y todavía se olvidó de darme estos días libres.
  3. ¡Él miente! Mucho. Tendría toneladas de ejemplos para dar.
  4. Es el mayor lamidor de botas que he visto.
  5. A pesar de todo esto, le gusta al Gerente de Distrito (su jefe).

No sé cómo puedo desafiar a este chico. No tengo la madurez para hacerle frente y no puedo permitirme perder mi trabajo. Las cosas necesitan cambiar, pero no sé qué hacer. carece de liderazgo, habilidades de gestión, habilidades organizativas y … le falta todo y siento pena por nosotros como equipo y por mis colegas. ¿Que puedo hacer?

Las circunstancias lo son todo. Mi primer puesto directivo fue como supervisor en un depósito de paquetería.

Mi colega y yo teníamos una pequeña oficina en el almacén. Dos escritorios Mucho desorden. La mayor parte de nuestro tiempo lo pasamos fuera de la oficina.

Cue a nuestro Gerente Regional en una visita al depósito. Era un temible ex sargento mayor con un temperamento terrible. Cuando estaba enojado, en realidad perdería el control de sus labios, lo que se curvaría, al estilo de Humphrey Bogart, debajo de sus dientes superiores mientras te regañaba. No es un hombre para cruzar.

Entró en nuestra oficina y estaba descontento con el desorden. Así que barrió todo el desorden de los escritorios en el piso, diciéndonos a ambos, en su propio estilo inimitable, que lo aclaráramos.

Excepto que no lo hicimos. No lo haría Se puso balístico. Todavía nos negamos. Se fue furioso. Dejamos su desorden en el piso y fuimos a ver a nuestro Gerente de Depósito, le explicamos lo que sucedió y eso, de ninguna manera íbamos a aclarar ese desorden.

El Gerente de Depósito fue, temeroso, al Gerente Regional y tuvo que negociar con él.

Para resumir, consiguieron que vinieran algunos trabajadores y se aclararan.

Entonces, conseguimos uno sobre un matón al hacerle frente. Probablemente lo tenía para los dos para entonces, pero cambié de compañía poco después.