No percibiría el perfeccionismo como una debilidad, siempre y cuando no se sacrifiquen los siguientes rasgos de carácter:
- Una clara sensación de falibilidad. Una señal con la que ya te has encontrado y reconoces tus limitaciones como un simple mortal.
- Una persona que admite fácilmente un error. Si nunca cometió errores, no sería flexible, ni hábil para reparar cosas rotas, ni muy versado para evaluar el riesgo. Más importante aún, alguien que no puede tener un error no puede aprender de él, lo cual es un buen indicador de la capacidad de crecer.
- Responsabilidad, tal vez incluso con un pequeño y saludable tinte de posesividad. Ese error fue mío, todo mío y no tengo a nadie a quien culpar excepto a mí. Porque si asignas la culpa a alguien que no sea tú, renuncias a tu poder.
- Valor. Tengo tanto miedo de que pienses menos de mí si te digo lo estúpido que hice, pero te lo diré de todos modos porque me preguntaste y mis errores son parte de quién soy, así que si decides que no lo haces como yo por ellos, tal vez no eres el adecuado para mí, así que aquí va.